La sensación de saciedad o, mejor dicho, la ausencia de ella es uno de los mayores enemigos de las dietas, sea cual sea tu objetivo. Tanto si buscas perder peso como si simplemente quieres seguir una alimentación sana y equilibrada, es importante que encuentres la forma de saciarte con lo que comes y que no sea tu estómago el que domine la situación. Bajo esta premisa, ¿cómo puedes controlar esa necesidad inmediata de ingerir alimentos?
TRUCOS PARA SENTIRSE SACIADO QUE TE AYUDARÁN A COMER SOLO LO QUE QUIERES
El primero de los trucos para sentirse saciado recurre a un elemento indispensable en tu dieta diaria: el agua. Beber mucha agua durante las comidas y, sobre todo, antes de empezar a comer es una vieja estrategia, pero no por ello es menos efectiva. ¿Cómo podemos hacerlo correctamente? Toma dos vasos de agua diez minutos antes de empezar a comer y otros dos durante la comida. De este modo, tu estómago se sentirá más saciado y disminuirán tus ganas de comer.
Otra cuestión fundamental es el tiempo que dedicas a comer, pues a veces ocurre que consumes mucha comida y aún así tienes hambre. ¿El motivo? Tu cerebro todavía no ha interpretado correctamente la cantidad de comida que está recibiendo. Sin embargo, sigues comiendo y, al rato, es cuando notas que estás lleno. ¿Por qué no has querido parar antes? Fácil: porque lo hacías demasiado rápido. Para ello, tómate tu tiempo, cada comida debe durar entre 20 y 30 minutos. Mastica bien y controla el movimiento de la mano que lleva el tenedor. Intenta ir siempre despacio para disfrutar más del plato.
Por último, entre los trucos para sentirse saciado, el tipo de alimentos a los que recurres también tiene mucha importancia. Los ingredientes ricos en fibra e hidratos de carbono te pueden aportar una mayor sensación de saciedad. Tienes diferentes maneras de introducirlos en tu dieta, según el momento del día en el que te encuentres. La avena, el pan, algunas frutas ricas en fibra, la pasta, el arroz o las patatas son solo algunos de ellos, aunque debes cuidar con qué los combinas para evitar sumar grasas saturadas o una bomba de calorías a tu plato.
Además, el autocontrol es básico. Sé razonable con lo que has comido y detente cuando la cantidad ya sea razonable, aunque aún no te sientas saciado. Distráete con otra actividad y, en el caso de que no puedas resistir la tentación de asaltar la nevera, ten preparados algunos snacks saludables como yogures, tomates cherry, nueces, chips vegetales caseros, hummus o bastones de apio.
Fuente: Soy Corredor
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