Un truco mental para entrenar más motivado

Te levantas de la siesta y simplemente no te apetece levantarte.

No es que estés particularmente cansado, ni tengas mejores cosas que hacer en ese momento.

La tarde que tienes por delante, simplemente, no parece muy emocionante.

Todavía acostado en el sofá, empiezas a reflexionar:

Haces todo lo que deberías estar haciendo. Tu trabajo es interesante, tus relaciones son sanas y satisfactorias, tienes una gran salud.

Lógicamente deberías estar listo para mover montañas.

Sin embargo, aquí estás, tumbado en tu sofá, como un saco de patatas, temiendo levantarte e ir al gimnasio.

Es un poco deprimente, ¿no?

A estas alturas, podrías estar pensando: «Nadie está motivado todo el tiempo. A veces solo necesitas ser disciplinado».

Claro, estoy de acuerdo contigo. No puedes estar motivado cada segundo de tu vida.

Pero, definitivamente, puedes experimentar la motivación de forma más consistente que la persona promedio al usar un enfoque mejor que el promedio.

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Te mostraré en este artículo cómo hacer exactamente eso usando 1 simple hábito

Si adquieres este hábito, la motivación deja de ser una molestia y se convierte en un activo confiable que estará a tu disposición cuando lo necesites.

Y no solo funciona a la hora de hacer ejercicio físico, este truco mental puedes aplicar en todas las tareas de tu vida.

Cómo estás matando inconscientemente tu motivación

Si rara vez estás motivado para hacer deporte es porque eres excelente en matar constantemente tu motivación.

Es muy probable que estés practicando un hábito todos los días que te impida estar motivado.

Es el hábito de pensar en términos de CÓMO

Me explico.

Comenzando en la escuela, nos asignan tareas y lo primero que nos preguntamos siempre es «¿Cómo voy a completar las tareas?»

Luego, en la Universidad, se acercan los exámenes e inmediatamente pensamos: «¿Cómo voy a sobrevivir los exámenes?» Más tarde, conseguimos un trabajo, nos asignan un proyecto y una vez más el CÓMO LOGRARLO es tu enfoque principal.

Y, luego, cuando piensas en salir a hacer deporte piensas en “¿Cómo voy a aguantar una hora y media de “sufrimiento”?

¿Cuál es la tarea y cómo voy a lograrlo?

Ese es nuestro modo de operar en la vida cotidiana.

Es lo que llamo el hábito de pensar en términos de CÓMO.

El resultado de este enfoque de vida de «Cómo voy a hacer esto» es que nos volvemos muy eficientes en el cumplimiento de tareas.

Sin embargo, nos volvemos tan ocupados con el CÓMO, que nunca damos un paso atrás y nos preguntamos POR QUÉ estamos haciendo algo.

Como resultado, nuestra motivación sufre. Y no vas a entrenar hoy. Y supuestamente mañana te cuesta todavía más esfuerzo levantarte.

Cómo estar motivado constantemente usando solo 1 hábito importante

Tenemos que saber POR QUÉ estamos haciendo algo para estar motivados.

  • ¿Por qué hacer la tarea?
  • ¿Por qué estudiar para el examen?
  • ¿Por qué ir a trabajar?
  • ¿Y por qué hacer ejercicio físico cada día?

¿Por qué?

Un fuerte POR QUÉ te deja claro por qué una tarea es importante dentro del panorama general de tu vida.

Para motivarte consistentemente, debes volver a conectar constantemente con el motivo por el que está haciendo algo.

En lugar de abordar tus tareas cotidianas con CÓMO lo vas a hacer, implementa el siguiente hábito:

Piensa POR QUÉ primero. CÓMO, lo segundo

Si te despiertas de la siesta sintiéndote desmotivado para mover tu pompis, no mires tu agenda pensando en «¿Cómo lo voy a hacer?». Ese es el paso número 2.

El paso número 1 es pensar «¿Por qué voy a hacerlo?» Y elaborar una lista de razones en tu cabeza.

La clave aquí es centrarse realmente en POR QUÉ este elemento es importante para ti. No en general y no para otra persona, sino para ti mismo.

No tengo que decirte que tu tiempo en la tierra es muy limitado. Y la tarea está ahí, en tu agenda, porque TÚ tomaste la decisión consciente o inconsciente para ponerla allí.

Así que, ¿por qué cada punto está en tu agenda diaria? ¿Por qué merece absorber algo de tu preciosa vida?

El hábito de pensar POR QUÉ primero y COMO lo segundo te obligará a enfrentar esas preguntas regularmente.

Y al hacerlo, volverás a estar en contacto con lo que te motiva.

Resultados que puedes esperar de este hábito

Si practicas pensando POR QUÉ primero y CÓMO en segundo lugar, puedes esperar dos grandes resultados:

Resultado n° 1: Te volverás rápido al reconectar con el motivo por el que estás haciendo algo y, como resultado, tu motivación se disparará de manera constante.

Resultado n° 2: Te vuelves muy consciente de las actividades que no cumplen un propósito en tu vida, y las filtraras con regularidad.

Ambos resultados valen la pequeña cantidad de tiempo que lleva ejecutar el hábito.

Dedica un poco de esfuerzo a pensar en tus razones para hacer deporte cuando no tengas ganas de hacerlo

Después de un poco de práctica, se convertirá en una parte de tu vida y, en unos meses, mirarás hacia atrás y te sorprenderá de lo mucho más motivado que estás en el día a día.

Y cuando la holgazanería ocasional se te cuele (somos humanos después de todo), ya no te sentirás desamparado.

En cambio, te sentirás seguro de tu capacidad para volver a conectarte con lo que te motiva.

Fuente: En Equilibrio Físico Emocional

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