Beneficios del deporte para el autoestima

Los beneficios del deporte son de sobra conocidos. Fortalecimiento de la musculatura, quema de grasa corporal, progreso en la capacidad pulmonar, aumento de la flexibilidad o incremento de la resistencia física, serían solo algunas de las ventajas que se asocian a la práctica de ejercicio. Sin embargo, hay otras que pueden pasar desapercibidas como son las emocionales o psicológicas. La mejora de la autoestima es una de ellas.

Cambios en nuestro cuerpo y en nuestra mente

El primero de los motivos que dan sentido al vínculo entre deporte y autoestima tiene que ver con la evidente evolución frente al espejo. Con el paso del tiempo, a medida que mejoramos la forma física, se produce una agradable sensación de satisfacción que nos alegra después de tanto esfuerzo. Como resultado de la implicación y la disciplina, del mismo modo, aumenta la valoración que tenemos sobre nosotros mismos y crece la motivación, no solo a la hora de enfrentarse al ejercicio sino a cualquier otro aspecto del día a día. Cuando se genera esta transformación en los hábitos nace a su vez un sentimiento de vitalidad y amor propio que se refleja en una sana autoestima.

Otro término que posee una estrecha relación con esta temática es el del autoconcepto. La psicóloga experta en crisis Esperanza Harriero lo define como «la opinión que una persona tiene de sí misma, asociándole un juicio de valor». Aquellos que han estudiado esta idea han podido descubrir una relación entre ella y el ejercicio físico. Un ejemplo es el estudio Efecto de la práctica deportiva en la relación entre las habilidades motoras, el autoconcepto físico y el autoconcepto multidimensional, publicado en 2016 en la revista Psicología del deporte. En él se recoge una investigación con chicos jóvenes que revelaba que quienes hacían actividades físicas mejoraban su autoconcepto y veían crecer su bienestar psicológico.

Decir adiós al estrés gracias a las endorfinas

Durante la realización de una actividad de alta intensidad podríamos sentirnos más alegres y animarnos a continuar. Este fenómeno tiene una explicación científica: las endorfinas. Se trata de unos neurotransmisores de placer popularmente conocidos como «hormonas de la felicidad», que se liberan masivamente en el momento en el que se hace deporte. El sentimiento es similar al de otras situaciones positivas como el enamoramiento, las relaciones sexuales u otros acontecimientos de intensidad. Ya sea al aire libre, en casa o en el gimnasio, quienes eligen esta vía de escape pueden decir adiós al estrés con más facilidad, encontrar antes la serenidad y tener una mente más positiva. Su vida podría ser bastante más feliz que la de aquellos que son sedentarios.

Los datos en España

En nuestro país, las disciplinas que más gustan son el fitness y el running según un estudio realizado por Rexona en 2017. El que era el primer barómetro del Movimiento en España, contó con la voz de dos expertos: Juanjo Rodríguez, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y Patricia Ramírez, psicóloga especializada en salud y deporte. Era esta última quien apuntaba a otros datos científicos: «Practicar ejercicio pone en marcha nuestro sistema de recompensa, a través de la dopamina, un neurotransmisor encargado de la sensación de bienestar». Los españoles, con el buen clima que compartimos, preferimos poner en marcha nuestra rutina en los meses de verano. «La luz y el buen tiempo hacen que la mente este más preparada para salir de casa y estar más activos. Por supuesto, sin olvidarnos que la gente comienza a entrar en los momentos donde hay que enseñar el cuerpo. Cuidarse para tener un cuerpo más bonito, este es el motivo más importante por el cual la gente comienza a entrenar», explicaba Rodríguez.

Fuente: Hola

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