La avena sienta bien y no es por casualidad. Su fibra y sus antioxidantes le otorgan propiedades contrastadas que la convierten en un cereal terapéutico. ¡Descúbrelas!
Los copos de avena son prácticos, deliciosos y muy nutritivos, así que no es extraño que se hayan convertido en uno de los ingredientes más apreciados en la alimentación saludable y que abunden las recetas con copos de avena.
Puedes disfrutarlos en tus mueslies o porridges, con un poco de leche vegetal, o en tus barritas de cereales, muffins u otros dulces, aunque el cereal, que puede conseguirse en versión sin gluten, también se puede consumir cociendo directamente el grano.
Cuando se incorpora la avena a la dieta habitual, por ejemplo los copos en el desayuno, es fácil sentir que muchas cosas mejoran: sienta bien, te sacia, se regula el tránsito intestinal… Pues bien, no son imaginaciones. Estos beneficios de la avena son mucho más que una simple percepción, y no son los únicos.
LAS PROPIEDADES DE LA AVENA: CÓMO CUIDA DE TU SALUD
La avena es un cereal muy completo y equilibrado. Junto a los carbohidratos y la fibra, aporta más proteína, grasa y minerales que otros cereales.
Te aporta, por ejemplo, muy buenas cantidades de magnesio, cobre, hierro, zinc y vitamina B1, así como pequeñas dosis de calcio, ácido fólico y otras vitaminas del grupo B. Además, es muy rica en manganeso. Y todo esto de forma muy condensada: en poca cantidad y sin aportar demasiadas calorías.
Esta composición, junto a la presencia de varias sustancias que la hacen única, como los betaglucanos y unos antioxidantes llamados avenantramidas, le otorga ventajosas propiedades para la salud:
CÓMO TOMAR LA AVENA
Si no sabes cómo tomar avena, aquí tienes algunas ideas más para incorporarla a tu dieta en el día a día. Su versatilidad hace que sea muy fácil combinarla y que dé mucho juego en la cocina.
- En unas gachas de avena elaboradas con los copos, por ejemplo con uva y coco, o añadiendo los copos o una granola de avena a tus mueslis de desayuno o a un pudin de chía acompañado de frutas.
- Puedes preparar tu propia granola en casa.
- Mezclando los copos con fruta y horneándolos para elaborar un crumble, como este crumble de manzana y arándanos.
- Añadiendo los copos a tu sopa de cebolla y a tus cremas de verduras.
- Elaborando tus propias tortitas de avena.
- Bebida, en forma de leche de avena. Tiene muy buen sabor y puedes tomarla tal cual, utilizarla para elaborar unas natillas de avena o bien añadirla a tus batidos, como en este batido verde ideal para favorecer el descanso.
- En forma de nata o crema, que puedes añadir a tus cremas de verduras, como en esta digestiva vichyssoise con avena.
- En grano, cociéndola y utilizándola de base de tus ensaladas o salteados de verduras.
Fuente: Cuerpo Mente