Andar deprisa es el nuevo runnig, apodados por algunos expertos como power walking
Determinar si correr es mejor ejercicio que caminar, o si por el contrario caminar es mejor que correr, depende de qué aspecto de la salud se quiera cuidar y depende del estado físico y de las preferencias de cada individuo. Aquello que es mejor para una persona físicamente activa, que dispone de poco tiempo y que disfruta de descargas masivas de endorfinas, no será lo más adecuado para otra persona que ha llevado una vida sedentaria, que tiene sobrepeso y a quien un profesional le ha prescrito la realización de ejercicio.
“Un estudio realizado a lo largo de seis años en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley en Berkeley, California, reveló que correr ayuda a perder peso más rápido que caminar, pero que ambas actividades son saludables por igual porque no depende de la intensidad del ejercicio sino cuántas calorías se queman durante éste.” Es decir, el estudio se basó principalmente en la distancia y no en el tiempo.
Realizando una revisión bibliográfica de diferentes estudios realizados sobre este tema, podemos relacionar los siguientes aspectos:
- A nivel cardiovascular, tanto correr como caminar son altamente beneficiosos. los beneficios cardiovasculares de correr y de caminar son similares si la distancia recorrida es la misma. Se estima “que una persona necesitaría caminar alrededor de siete kilómetros a ritmo acelerado para obtener la misma cantidad de ejercicio que al correr cinco kilómetros. Tomaría el doble de tiempo, alrededor de una hora y quince minutos en vez de 38 minutos”.
- Estadísticamente se ha detectado que tanto correr como caminar reducen el riesgo de desarrollar hipertensión, exceso de colesterol, diabetes o una enfermedad coronaria en los seis años siguientes al inicio de la actividad física. “El mayor beneficio se observa con el riesgo de diabetes, que se reduce alrededor de un 12% con ambas actividades. Para el colesterol, la hipertensión y la enfermedad coronaria, es un poco mejor caminar (con una reducción de riesgo de entre 7% y 9,3%) que correr (entre 4,2% y 4,5%).”
Para un máximo beneficio cardiovascular, conviene alcanzar entre 120 y 140 pulsaciones por minuto durante 45 minutos. Por lo tanto, si se prefiere caminar que correr, conviene hacerlo a un ritmo lo bastante vivo para ejercitar el sistema tanto cardiaco como respiratorio.
- A nivel de las articulaciones, es preferible caminar que correr y sobre todo teniendo en cuenta sobre qué tipo de terreno se corre, “las articulaciones de los miembros inferiores durante la carrera soportan una carga de dos y tres veces al peso corporal, lo que condiciona que las personas que corren tengan un riesgo mayor de desarrollar un proceso artrósico al cabo de los años frente a las personas que caminan”
- A nivel del estado anímico, “se considera que correr parece mejor que caminar. Tanto caminar como correr favorecen el riego sanguíneo cerebral, ayudan a preservar la memoria, aumento el rendimiento intelectual y reducen el riesgo de ictus y de Alzheimer. Las actividades intensas y sostenidas como el correr, proporciona una sensación de bienestar psicológica, de euforia, que no aporta el caminar”
- Igualmente las personas que están buscando perder peso, correr o caminar les ayudará con este objetivo. Es cierto que correr consume más calorías que caminar. “Caminar a paso acelerado quema aproximadamente el mismo número de calorías por kilómetro, aunque lleva más tiempo alcanzar la misma distancia.”
A las personas con exceso de peso y especialmente si no están acostumbradas a practicar actividad física, se recomienda primero caminar; después, a medida que mejora su condición física, es conveniente iniciar un trote suave e ir aumentando el ritmo progresivamente.
Correr conlleva, quizás, mayor esfuerzo que caminar, pero requiere menos tiempo. Por su parte, caminar es más accesible, aunque demande un poco más de tiempo. Todo depende de cuáles son nuestras posibilidades, tiempos y gustos.
Correr o Caminar
La decisión es personal, pero se deben evaluar las ventajas y desventajas de cada uno para determinar cuál se adapta mejor a nuestras necesidades y lo mejor es acudir y asesorarse por un especialista.
Fuente: Hospital Veugenia