Alimentarte de forma consciente para que tus músculos estén en forma y tengan todos los nutrientes que necesitan te aporta numerosos beneficios:
Ayuda a evitar fracturas. Al fortalecer los tejidos conectivos, la densidad ósea aumenta y, de paso, se reduce el riesgo de lesión y las probabilidades de contraer osteoporosis.
Aumenta la tasa metabólica. Cuanto más músculo tenemos, más alta es nuestra tasa metabólica en reposo. Es decir, que sin hacer nada, puedes quemar calorías.
Ganas calidad de vida. Entre otras cosas, aumentar la masa muscular ayuda potenciar el equilibrio, regula la cantidad de azúcar en la sangre, mejora la calidad del sueño y relaja la mente
Mejora la postura. Y puede evitarte dolores de espalda inespecíficos (de los que no suele descubrirse la causa).
¿CUÁNTO TIEMPO SE TARDA EN GANAR MÚSCULO?
Si, además de alimentarte bien, te has propuesto ganar músculo siguiendo una rutina de entrenamiento, debes saber que en los resultados intervienen diferentes aspectos. En primer lugar, la genética. En este asunto, poco podemos hacer. Los otros tres factores son:
El tipo de entrenamiento.
La alimentación.
El descanso.
Las personas que se inician en la musculación notan cambios en el volumen muscular los dos primeros meses, pero son como consecuencia de un aumento de las reservas de glucógeno muscular, que a su vez retienen líquidos.
En este asunto hay que pensar a largo plazo. Un aumento muscular visible requiere de tiempo y perseverancia. El primer año de gimnasio ya se empieza a notar la ganancia de músculo, pero es a partir del segundo cuando los cambios empiezan a ser considerables.
LA IMPORTANCIA DE CUIDAR LOS MÚSCULOS
Si a lo largo de nuestra vida no hemos sido demasiado constantes y regulares con el ejercicio físico, a partir de los 40 perdemos hasta un 8% de masa muscular en los siguientes 10 años.
Desde ese momento todo se acelera: si seguimos llevando una vida más sedentaria que activa, al entrar en la séptima década de la vida esa pérdida aumenta hasta un 15%.
Quizá de entrada estos datos pueden parecer insustanciales, pero lo cierto es que un sistema muscular en buena forma (y retrasar todo lo que se pueda la «pérdida» que hemos mencionado) ayuda –y mucho– a tener un organismo más fuerte, resistente y sano.