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Introducirse en el running

Introducirse en el running

Hace décadas que el correr al aire libre está de moda. Es barato, sencillo y científicamente comprobado que, incluso en zonas urbanas donde pasan coches, más saludable que una vida sedentaria.

El running es la tendencia que más adeptos gana. Frente a otras denominaciones, como el footing o el jogging, que se refieren a correr sin marcarse metas, los runners sí se programan unos objetivos y una progresión. En este sentido, resulta más ilusionante y gratificante.

LAS VENTAJAS DEL RUNNING

Una de las grandes ventajas de correr es que en poco tiempo se comprueba cómo el rendimiento crece y, con él, el estímulo para seguir practicando al día siguiente.

Para empezar, además, no se necesita prácticamente nada, solo interés y el convencimiento de que lo haces para disfrutar.

Las ventajas de agilidad, salud, fortaleza y vitalidad en general han de ser la consecuencia del ejercicio, pero esa no es la única motivación. Hay que disfrutar del reto de correr.

LA PRIMERA CLAVE: SER REALISTAS

Es lógico que en las primeras sesiones y, sobre todo, al dar los primeros pasos, te cueste más, como pasa con cualquier deporte. Pero ha de ser una práctica ilusionante si queremos ser constantes y el running exige constancia.

El running fija unos objetivos por lo que resulta más gratificante e ilusionante

“Lo importante es tener un objetivo realista -apunta el entrenador personal Martín Giacchetta– No puede salir sin más el primer día después de años sin correr. Vas a hacer comparaciones con lo que hacías y te vas a desmoralizar. Has de empezar poco a poco. Al final vas a sentir de manera positiva lo que es entrenar”.

LOS PASOS PREVIOS PARA SALIR A CORRER

LA MEJOR FORMA DE CORRER

Es importante mantener una postura correcta, aunque no hay que olvidar que cada uno tiene su forma natural de correr:

Hay que hacer zancadas cortas y apoyar primero el talón y luego el resto de la planta

PLAN DE EJERCICIOS PARA PRINCIPIANTES

No todos somos iguales e incluso gente que puede tener características físicas similares no están igual de preparados para hacer el mismo esfuerzo. Conviene ir probando y sintiéndose cómodo en el ejercicio, sin forzar”, señala Guiacchetta.

Por eso no se trata de que te tomes este programa al pie de la letra. Has de hacer tu propio ritmo.

Cuando entrenes busca llegar a tus metas, luego ya intentarás ir más rápido

Los objetivos pueden ser por tiempo o por distancia. “Cuando ya estés acostumbrado a correr tu meta ha de ser conseguir hacer una buena distancia durante el entrenamiento y luego ya mejorarás las velocidades”, dice el entrenador.

No se ha de correr todos los días. “Los días de descanso y recuperación son igualmente importantes”, recalca el entrenador.

Un ejemplo de entrenamiento básico:

Vamos a empezar intercalando caminatas con carreras más exigentes (siempre a tu ritmo).

Correrás martes, jueves y domingo

Sigue esta progresión y al final del segundo mes ya puedes hacer tres bloques de diez minutos corriendo con un minuto caminando en medio cada vez. Total: 33 minutos.

Si se trata de una persona joven y con un peso medio, podemos empezar desde el inicio ya con media hora desde el principio, adaptando este plan a su nivel. Puede ser aproximadamente 3 o 4 veces por semana, carreras de 25 o 30 minutos.

SI YA ERES CORREDOR HABITUAL…

Aquellos que ya estén más acostumbrados a correr y que se plantean el objetivo de hacer una media maratón, tienen que llegar a poder hacer como mínimo de 35 a 40 kilómetros por semana.

Fuente: Saber Vivir TV

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